Hasta el 24 de febrero se puede visitar en la Fundación Louis Vuitton de París una exposición sobre Charlotte Perriand.
Charlotte Perriand (1903-1999) fue una mujer libre, pionera de la modernidad, una de las personalidades que iluminaron el mundo del diseño del siglo XX y que contribuyó a definir una nueva forma de vivir, un nuevo arte de vivir.
Con ocasión del 20 aniversario de su desaparición, la Fundación rinde homenaje a esta arquitecta y creadora visionaria a través de una muestra que aborda las conexiones entre el arte, la arquitectura y el diseño.
La exposición recoge el trabajo de esta arquitecta, cuya obra anticipa los debates contemporáneos alrededor de la mujer y del lugar de la naturaleza en nuestra sociedad.
Esta exposición ofrece al visitante la posibilidad de adentrarse de lleno en la modernidad, y gracias a reconstrucciones fieles de las obras seleccionadas, visualizar una síntesis del arte. El arte es parte muy importante de esta muestra, nos hace pensar sobre su papel en la sociedad: objeto de deleite, y también punta de lanza de las transformaciones sociales del futuro.
(Traducido del folleto de bienvenida a la exposición)
Diálogo de culturas. (Japón)
Recibe una invitación del gobierno japonés para ser consejera en la producción de arte industrial.
Allí descubre la vida cotidiana de gente que vive en tatamis, sin mesas, sin sillas, sin camas. Se enamora de la cultura japonesa, los ritos, las formas. Da conferencias en colegios y centros de producción.
En 1941 en Tokio y Osaka, en su exposición “Contribución al equipamiento de la vivienda en Japón. Selección, tradición, creación” sintetiza sus investigaciones y propuestas. Allí presenta con productores locales y artesanos, la adaptación de sus diseños (sobretodo muebles) aprovechando las cualidades técnicas de los materiales locales.
La naturaleza. Les Arcs 1967-1989
“Amo profundamente la montaña. La amo porque me es necesaria. Ha sido siempre el barómetro de mi equilibrio psíquico y moral”
De origen saboyana, practicó alpinismo desde 1925 y esquí. Muchos de sus proyectos de los años 30 nacen de esta pasión.
A partir de 1960 participa en las reflexiones sobre el turismo y le encargan crear y dirigir un estudio de arquitectura para la construcción de la estación deportiva Les Arcs en Savoya, con capacidad para 30.000 camas.