Estos locales, que en principio pudieron ser un mero lugar de encuentro entre compradores y vendedores, de puras transacciones comerciales, se convirtieron sin embargo, en iconos de la arquitectura, interiorismo y diseño, gracias a que sus fundadores decidieron apostar por dar un valor añadido al producto. No sólo transmitían la funcionalidad y la tecnología del producto que ofrecían, sino que además aportaban un plus de belleza y cultura en sí misma. Estos productos, máquinas de escribir y calculadoras eran para la época, años 50 o 60, tecnología punta, así que todo debía ir en consonancia, así cada showroom fue diseñado por el arquitecto, interiorista o diseñador más puntero en cada momento. Entre otras, las de París fueron diseñadas por Gae Aulenti o Franco Albini, la de Nueva York en plena Quinta Avenida por el Studio B.B.P.R. y la tienda más emblemática en la Plaza San Marco de Venecia, por Carlo Scarpa.
Fueron una mezcla de innovación y diseño complementadas con unas campañas de publicidad, que también hoy en día son manuales de diseño gráfico. Son obras llenas de muebles diseñados para cada ocasión, de escaleras atrevidas, de murales con alto contenido artístico, esculturas, diseños vanguardistas, pero siempre buscando una elegancia sobria y distinta a todo lo visto hasta el momento.
Olivetti (París – Gae Aulenti)
Olivetti (París – Franco Albini)
Olivetti (New York – Studio B.B.P.R)
Olivetti (Venice – Carlo Scarpa)
